medios, internet y política

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07 oct 2021

por Carolina Balderrama

Algunos Hitos

¿Juventudes de derechas? ¿Vejeces de izquierda?

De regreso al encantamiento de las conversaciones políticas Dora Barrancos, Ofelia Fernández y Ana Correa, tres feministas, se encontraron a pensar juntas en el centro cultural Quirón de Buenos Aires, a días de los últimos resultados de las urnas, en caliente las lenguas, las palabras y las escuchas.

La lluvia torrencial del último jueves de septiembre dejó un aire fresco en las calles. Ensayo dejar el barbijo —según las últimas medidas— mientras llego al lugar de la charla y pienso en que este encuentro es uno de los primeros presenciales luego de meses de virtualidad. A posteriori varias de las disertantes van a coincidir conmigo. De alguna manera se inaugura una nueva etapa, la posibilidad tan deseada de volver a encontrarnos y sobre todo de volver a mirarnos, hablarnos, escucharnos.

En la charla hay tres generaciones que van a compartir sus miradas, como señala la anfitriona, la periodista, escritora y actualmente diputada nacional de la Ciudad de Buenos Aires por Unidad Ciudadana, Gabriela Cerruti, también propulsora de “La revolución de las viejas”, plataforma para la discusión de un tema poco y nada tomado por las agendas. 

¿Juventudes de derechas? ¿Vejeces de izquierda? Desafíos de cara a la agenda electoral y a la reacción conservadora, es el título de la charla que funciona como disparador para este encuentro en el que Cerruti marca el puntapié inicial al referirse a la violencia política exacerbada que en la Argentina se ejerce sobre algunas mujeres políticas, en particular destaca a la legisladora por la Ciudad de Buenos Aires Ofelia Fernández, que pertenece a su mismo espacio político y se encuentra en la sala.

Fake news antifeministas

En primer lugar, la periodista Ana Correa toma la palabra para referirse a “la necesidad de hablar sobre el resultado de las elecciones y de querer discutir con todo el mundo”. Correa, quién dice ser muy activa en la red social Twitter, comenta su posición cuando lee comentarios que dicen que los resultados electorales en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) se deben al DNI no binario o a las políticas destinadas a mujeres: “no hubo prácticamente clases presenciales durante un año y las mujeres se hicieron cargo de los cuidados de las personas chicas, de las personas grandes, son las que absorben el crecimiento de la pobreza en un momento donde en el mundo hay una crisis del cuidado, te dan ganas de discutirle a cada uno y, por otro lado, de unirnos y escucharnos para ver qué es lo que está pasando, no nos vamos a quedar calladas cuando se quiere desviar el foco de lo que realmente sucedió”. También señala que hace pocas horas comenzaron a desalojar a mujeres y niñes en el barrio 31, “necesitamos encontrar un rumbo entre todas”, refuerza.

Correa, integrante del colectivo Ni Una Menos allá por sus inicios en 2015, recuerda un gesto de la socióloga e historiadora feminista Dora Barrancos en la presentación de los resultados del índice de violencia machista en la facultad de Derecho de la UBA, cuando señaló que no conocía a todas las que estaban presentes y eso le daba felicidad, al saber que “ahora somos más”. Al mismo tiempo, pidió disculpas a Ofelia por no haber logrado "hacer espalda con espalda con ella para protegerla de la violencia política que recibió y recibe y que no está dirigida sólo a ella, sino a todas”. "Esta cosa de instalar fake news todo el tiempo contra las mujeres como la de decir que se ocuparon de derechos de las minorías, o decir que sobró feminismo y que fue un exceso ampliar derechos, eso es una fake”. 

“Es tan importante lo que logramos que el patriarcado y el poder establecido se resiente, y de alguna manera reacciona”, Ana Correa.

Luego de las PASO, la periodista se puso a juntar fotos de todas las fuerzas políticas, de sectores empresarios y sindicalistas y sin sorpresa notó que casi no había mujeres en esas fotos, “se habilitó que desapareciéramos”, sugiere en la mesa que hoy nos convoca; y al mismo tiempo trae al debate que “históricamente cuando hay cambios revolucionarios viene una contrarrevolución, avanzamos y algunos se asustan, otros se aprovechan de ese cimbronazo. En estos años hemos tenido logros increíbles con los feminismos”. “Es tan importante lo que logramos que el patriarcado y el poder establecido se resiente, y de alguna manera reacciona”, sentencia.

La juventud no es de derecha

A sala llena, con aforo reducido por los protocolos, las personas van recobrando una corporalidad de habitar lo público nuevamente, aplausos, merienda compartida. La joven legisladora porteña Ofelia Fernández agradece la invitación y dice estar muy contenta de abrir algunas preguntas para pensar sin miedo a ser críticxs, para volver a salir a la cancha. Con respecto a la violencia política asegura que en su experiencia "es algo de lo que me cuesta hablar o reflexionar en abstracto porque es algo que vivo humanamente, no pude llegar a grandes conclusiones al respecto. Son momentos, pasan, me broto y sigo”. 

Ofelia Fernández

Ofelia no acuerda con que la juventud sea de derecha y agrega que está en contra de "declararlo”, porque remarca que eso “termina instalando una asociación automática”, en su lugar propone una metáfora visual: “en un curso de treinta pibxs las quince pibas de un lado son feministas y el resto de los compañeros lo comprenden o lo acompañan o tienen otras causas, pero están politizados y no por derecha”. 

Con vehemencia, sugiere:Creo que en vez de alertarnos y decir que son juventudes de derecha, debemos generar una agenda que contenga a esxs jóvenes que la han pasado muy mal y que en realidad es muy difícil que pongan el cuerpo a una agenda ofensiva, de avance, feminista, ambientalista cuando no se pueden imaginar de qué van a trabajar, cuando no fueron a la escuela por dos años, no vieron a sus compañeros, creo que ahí nosotros no supimos cómo hablarles, tenemos que restablecer prioridades y generar mejores condiciones en lo elemental y la juventud va a poder empezar a imaginarse su agenda y que esa agenda vuelva a ser lo que fue hasta hace muy poco tiempo, que es novedosa, disruptiva e irreverente”.

"No supimos cómo hablarles, tenemos que restablecer prioridades y generar mejores condiciones en lo elemental y la juventud va a poder empezar a imaginarse su agenda", Ofelia Fernández

Por un optimismo empático

Para la actual asesora presidencial ad honorem Dora Barrancos, se necesita mucha empatía. Comienza su intervención señalando que “necesitamos superar el cataclismo que no imaginábamos de ninguna manera, no somos les mismes, no sabemos todavía las transformaciones por las que hemos pasado, sobre todo con la amenaza de cada ascenso de la curva —continúa—. Yo no dejo de pensar en qué hubiera sido si no se hubieran tomado las medidas enérgicas a partir de marzo hasta julio, quiero apenas recordar que no había respiradores y no había camas en terapia, no había cómo y eso se fue construyendo. Argentina perdió un 10 por ciento del producto bruto, hoy no deja de sorprenderme el tono de la reactivación que estamos teniendo, eso sí, ahora necesitamos ahorrar lo mínimo, hay que gastar, gastar y gastar”. 

Dora Barrancos

Con respecto al resultado electoral y camino a noviembre señala que para ella "aquel domingo de la catástrofe era una liturgia tranquilísima, qué naif, el problema era que toda la gente alrededor de una tenía la misma calma negligente que yo tenía. Pero si de algo sabe el peronismo es de construir poder, de salir de las encrucijadas. Los días siguientes yo quería que se cerrara el telón porque era como andar desnudos, pero bueno, hemos salido, y —como dice Ofelia— nos vamos a ocupar de que no demos ni un paso atrás”. Barrancos agrega que ve con dolor el avance de las derechas conservadoras de España, de Alemania, y coincide en no preocuparse en pensar a los jóvenes como de derecha porque para ella “no están para derechas conservadoras”.

Para finalizar, Dora deja un mensaje abierto: “las feministas podemos estar separadas por muchos tópicos neuróticos, pero tenemos que amucharnos, conquistamos el aborto porque hubo una gran unidad. Ese conjuntito de días que estuvimos en convergencia fue muy difícil pero extraordinario”.

Ante los ojos sonrientes en esas medias caras con la mascarilla, Dora Barrancos hace una invitación a ejercer un optimismo empático para luego de la pandemia estar mucho más fuertes en lo que nos une, con una fuerza “que estoy segura está proviniendo de las mujeres”. Empatía y confianza en las juventudes, enfatiza y termina su intervención con su clásico “arriba los corazones, abajo las desazones”. 

"Ejercer un optimismo empático para luego de la pandemia estar mucho más fuertes en lo que nos une, con una fuerza que estoy segura está proviniendo de las mujeres", Dora Barrancos

Los aplausos siguen por varios minutos y, para finalizar, se suceden algunas preguntas del público y un señalamiento de que las políticas públicas se construyan con un fuerte tono federal. El techo vidriado deja ver el cielo despejado y en los saludos y agradecimientos finales la anfitriona cuenta que el nombre “Quirón” se debe al centauro que para sanarse a sí mismo tenía que sanar a lxs demás, porque las heridas solo se curan colectivamente. Vuelvo a la calle con los ecos de la charla, me resuenan las palabras de Dora: “hay que conquistar las almas una a una, somos hijas de la adversidad, esto que viene nos desafía a una militancia inédita para que nuestra gobernanza se ocupe de redistribuir y redistribuir”.