medios, internet y política

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12 dic 2022

por Redacción Plaza

Fotografía: María Eugenia Cerutti

Estado paralelo

La asimilación del cinismo

Comunicar la puesta en marcha de una nueva sección, suele ser motivo de alegría o entusiasmo en un medio periodístico. No es el caso. «Estado Paralelo» no nace de la inspiración, sino de una contingencia degradante para quienes trabajamos en medios de comunicación

No voy a ser candidata. Una muy buena noticia para usted, (Héctor) Magnetto”

Alguna vez quisimos creer que los medios de comunicación podían funcionar como un espejo fiel, que sin distorsiones, reflejaba lo real. Después aprendimos que los medios hacen un recorte muy direccionado de la realidad, e incluso, que los medios modifican y hasta construyen la realidad; que no es posible para la humanidad, concebir a la real de modo silvestre, por fuera del discurso que la organiza.

No conformes, aceptamos que los medios pueden construir lo real sin ningún tipo de anclaje con la materialidad que integramos. Que las narraciones mediáticas pueden negar, contradecir y falsear nuestra experiencia cotidiana. Lo vimos con la cantidad de noticias falsas que circulan hoy en todo el mundo.

Pero había más. Recientemente, lxs argentinxs entramos en una nueva fase. Se trata del efecto de una comunicación que a la luz del día, sucede en paralelo: así como hay un Estado paralelo, hay una comunicación que corre en paralelo a la democracia, un flujo de comunicación que se nos presenta ante nuestros ojos y, aunque lo vemos, no nos produce un efecto de verdad. Para ello, es previamente necesario, asimilar el cinismo como parte de nuestra lógica de intercambios discursivos.

Funcionarios judiciales y dueños de medios concentrados arman un grupo de whatsapp para acordar el relato que les permitirá ocultar aquello que podría ser un escándalo sin precedentes en la historia de las relaciones entre comunicación y política en la argentina. Ante nuestros ojos y oídos, fluyen los detalles de la conversación y no lo creemos, o lo aceptamos con naturalidad.

Del mismo modo en que los medios concentrados, niegan el suceso que, valga la redundancia, sucede delante de nuestras narices. Si la pregunta es por qué, la respuesta es: porque pueden.

El Frente de Todos mantuvo, en relación a la vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la misma política de comunicación del ex presidente Mauricio Macri. No sabemos si con la Ley en marcha y con todos sus artículos vigentes el grado de concentración e impunidad del discurso al que asistimos hoy se verificaría. Pero lo cierto es que las principales corporaciones de la comunicación hoy en la Argentina tienen tanto poder como para articular con/enfrentar a los poderes del Estado. Tan es así que el presidente asume que hace una cadena nacional porque en la Comunicación paralela no tiene lugar la noticia que él quiere contar. Tan es así que la presidenta se dirige directamente al CEO del principal grupo mediático para anunciar que acepta la proscripción.

Un medio digital anuncia la creación de una nueva sección. La vida continúa. Y una nueva aberración comunicacional, es aceptada como posible.