Los panfletos y la radio que crearon los ingleses como parte de la guerra psicológica en Malvinas
La guerra de Malvinas se libró también en la mente de los soldados y civiles abocados a la contienda bélica. Hace 5 años se desclasificaron documentos del gobierno británico que confirmaron la existencia de tácticas de guerra psicológica en el territorio. En abril de 1982 gobierno de Margaret Thatcher encargó al denominado Grupo Especial de Proyectos (GEP) la misión de debilitar psicológicamente a los soldados argentinos desplegados en las Malvinas.
El GEP era una pequeña unidad de oficiales especializados en guerra psicológica dentro del Ministerio de Defensa británico. Su misión era infundir temor en los soldados y convencerlos de que la guerra estaba perdida.
Los objetivos manifiestos del GEP fueron:
1- "reforzar la percepción argentina de la determinación del gobierno británico y el poderío de la Fuerza de Tareas".
2- "intensificar la percepción entre los argentinos de que sus líderes son irresponsables".
3- "la desmoralización de la guarnición argentina en las islas".
Para cumplir estas metas el GEP usó dos tácticas: la producción de una serie de panfletos y la instalación de una radioemisora en español.
Los panfletos se lanzaron en las islas y eran distribuidos por los propios militares británicos en las islas. Ex combatientes recuerdan haberlos visto esparcidos a campo traviesa.


La radio comenzó a transmitir (en conflicto con la BBC) desde Londres para todo el Atlántico Sur y tuvo una existencia efímera: del 20 de mayo al 15 de junio de 1982.
En los documentos desclasificados se lee que la misión, que llevaba el nombre secreto de "Operación Moonshine" dio origen a la Radio Atlántico Sur (RAdS) y se le pregunta al entonces ministro de Defensa, John Nott, si cree que la operación contribuyó de alguna manera en la capitulación argentina, y él respondió: "Yo diría que no tuvo un efecto mayor en el resultado".

En Plaza compartimos estos documentos históricos a 40 años de la Guerra de Malvinas, una guerra que se libró, también, en la mente de las y los argentinos.